«Yo me acosté y dormí, y desperté porque YHVH me sustentaba Salmo 3:5.
La relación que David tenía con Dios es envidiable. No importaba la gravedad de la situación, David siempre se refugiaba y se fortalecía en el Señor. Oh, que pudiéramos nosotros apreciar que las adversidades muchas veces vienen a nuestra vida como oportunidades para apoyarnos y refugiarnos en nuestro amado Salvador, recordemos las palabras de Jacobo, cuando dijo: «gócense cuando se encuentren en medio de las pruebas, porque la prueba produce paciencia» (Stg 1:2-3).